Coche antropomórfico

Acero, resina de poliéster, faro de coche, pintura y barniz industrial. Noviembre- 2003
Medidas: 120 x 90 x150 cms.

 

La primera vez que expuse esta obra la titulé "Coche antropomórfico visualizado por Dalí mediante el método de la paranoia crítica". También coloqué en la pared unas tijeras, que en cierta manera reproducen la misma imagen que la escultura, al menos para el psicoanálisis, según Sigmund Freud. Coloqué este título y las tijeras para la correcta interpretación de la obra.
El psicoanálisis utiliza el símbolo como elemento comunicador y un doble lenguaje que suele ser mucho más oscuro o indescifrable que el doble lenguaje de la metáfora. Hay que recordar que a Freud le interesó el surrealismo y en especial analizar los recursos narrativo-pictóricos del artista surrealista Dalí. Hay que mencionar también el coqueteo de Freud con el arte literario al hacer una interpretación de un sueño ficticio aparecido en la novela Gradiva.
La asociación de imágenes y el doble lenguaje es parte esencial del ser humano. Está en el psicoanálisis, en el arte, en la metáfora, en el chiste, en la mentira, en la paranoia, etc...
Menciono dos ejemplos chistosos que ocurrieron de verdad. Un paciente en la mesa de una dentista le dice cuando le quiere explicar lo que le sucede en una muela que se la empastó anteriormente. Le dice así: "Todo empezó cuando me la empalmaste, empastaste, rectifica azorado al instante. Em-pas-tas-te, le silabeó la doctora, que se estaría partiendo de la risa por dentro por ese error lingüístico. Eso, eso, empastaste, quería decir, le dije yo, porque el paciente no era otro que yo. Otro caso similar. Una amiga de una amiga mía le dice (así nos lo contó) un día que hacía mucho calor: "tengo unas ganas de meterme debajo de una chorra... ¡huy! de una chorra no, de un chorro, de un chorro, quería decir. Casi se muere de la risa al oír aquello, y

nosotros también, cuando nos lo contó. Abundan casos como estos en los ejemplos del psicoanálisis
Esos errores de lenguaje, cambiar una "a" por una "o" es similar a las asociaciones de imágenes, a la metáfora, y al símbolo. En este caso se juntan imágenes muy diferentes, pero el nexo común que las enlaza, lo que comparten, es el nombre casi similar; no tienen otro elemento común, pero es suficiente para unir ambas imágenes. Esas asociaciones no tienen por qué ser de carácter sexual siempre, como parece que vaticina el psicoanálisis. Esas ocurrencias de asociar imágenes, ideas, nombres, etc... se da también en la ciencia, en los inventos, en los chistes, y se originan en cualquier tipo de personas. Una señora mayor, amiga de mi madre, viendo esta obra en una de mis exposiciones, dijo: ¡ah! y aquello es una gasolinera. Es una perfecta asociación de imágenes que no es fácil llegar a ella. A mí al menos no se me había ocurrido. Por una parte, se ve una narrativa con componentes de un automóvil; por otra parte la forma recuerda a la de un surtidor de gasolina. Aunque el sentido de la obra no fuera ese, es perfectamente válida esa observación, esa asociación.
Cuando hice esta obra no la hice por una asociación de ideas subconsciente o borrosa. La hice muy consciente. Le di forma de genitales masculinos. Había leído algo de psicoanálisis como para saber que en ese lenguaje simbólico las tijeras representaban los genitales masculinos. Lo hice conscientemente para manifestar que ese lenguaje doble está en la esencia del ser humano. El Psicoanálisis, el arte y los sueños tienen mucho en común, por el doble lenguaje que utilizan, llenos de símbolos y de metáforas, y porque emergen a la superficie partes internas nuestras que no sospechábamos que las tuviésemos siquiera. Es posible que de esta manera podamos explicar cosas que de otra manera serían imposibles. Pongo un ejemplo. Mi padre, pasada ya la barrera de los 86 años , comenzó a perder la memoria hasta el punto de serle difícil la comunicación. Recuerdo que un día me dijo un detalle revelador con respecto a una camisa que le había comprado y que tenía las mangas demasiado largas: Esta camisa, esta camisa...., y no se podía explicar; al fin dijo: Esta camisa me vale lejos.
Una metáfora en la poesía es precisamente eso, una asociación práctica de imágenes para explicar lo inexplicable. En el arte abstracto, en la música, arte abstracto también, y en el arte en general, utilizamos estas asociaciones, estas intuiciones, para explicar lo que jamás podríamos decirlo de otra manera.
En algún lugar leí que el coche podía responder al carácter sexual del individuo, al mensaje que estaba trasmitiendo a la sociedad. Desde luego sí que responde al carácter económico del individuo, o al deseo de aparentar, antes que a su carácter sexual. Sin embargo hay un componente sexual muy fuerte en torno al automóvil, sea por la publicidad muy erotizada que se dio antes, ahora más dirigida a la seguridad o a la potencia del automóvil. Que a los hombres les guste más en general un coche grande y a las mujeres un coche pequeño, sería más propicio enfocarlo desde una posición de estatus social, que de sexo.
Los comerciales ingleses, según un reportaje de televisión, están mejor valorados, en mejor estatus del estamento comercial, cuanto mejor coche le proporcione la empresa. Cuanto mejor coche dispone, parece indicar que vende más, que es mejor comercial.
Así mismo debe suceder con el ciudadano. Si a las mujeres les gusta los coches pequeños puede ser que sea porque no les gusta entrar en ese juego de estatus, y su auto afirmación la sostienen desde otras medidas, como su mayor preocupación por ropa de vestir, el pelo, etc.. o por su auto estima interior. Aunque todo esto está cambiando en una sociedad que le da la espalda, afortunadamente, al machismo para entrar de lleno, lamentablemente, al clasismo. El machismo no es otra cosa que una forma de clasismo.
En fin, con todo este galimatías lo que he intentado decir con esta obra es precisamente lo mismo que dijo mi padre: "me viene lejos", sin poder explicar muy bien lo que quería contarles, porque no hay otro modo de hacerse entender. Y por supuesto quería reseñar la importancia y el protagonismo del doble lenguaje tanto en la vida privada como en la artística.
Decir algo que no se sabe muy bien lo que se quiere decir es acercarse al surrealismo, que se esfuerza en hacer lo ficticio real , lo subconsciente, consciente, lo onírico, posible o al menos pensable. Como dije en mi libro anterior, el dadaísmo quiere convertir lo real en absurdo mientras que el surrealismo quiere hacer real lo irreal.