El Minotauro

Cartón, fibra de poliéster y acero. 1999
Medidas: 140 x 120 x 240 cms.

 

Es una alegoría. La imagen del Minotauro sustituye a la del grupo terrorista ETA. De esta manera lo llamo animal que se alimenta de carne humana. El laberinto representa la historia porque según quien la escriba, quien la lea y quien la interprete, resultará un laberinto. El hilo de Ariadna, que no se ve ni está, sustituye a las conversaciones que tampoco se han dado. Teseo puede acabar con el Minotauro pero nada puede la espada contra ese otro monstruo atroz hecho de ladrillos, de argamasa y de indescifrables pasillos. Quien desee acabar con ETA sin mediar palabra, puede perderse en el laberinto de la historia, porque ETA surgió de la pasada y triste historia.
Por otra parte, dije en mi libro que resulta sorprendente que se le denomine a ETA grupo radical de izquierdas. La izquierda o el comunismo surge de un problema filosófico, antes que económico. Se trata de la alienación, de salirse el hombre de lo que le es propio. Se trataba de la cosificación que se produce al ser vendido el hombre, la fuerza de trabajo del hombre, como una mercancía más sometida a las leyes del mercado. Esa cosificación es la aplicación del conflicto entre

el sujeto y el objeto de la filosofía especulativa de Hegel, que Marx materializó, descubrió y explicó que se daba en el ser humano enfrentado al sistema de producción, enfrentado al propio objeto que produce. El Marxismo antes que una buena lección de economía es una magnífica lección de filosofía.
Por eso digo que cuesta trabajo entender cómo se le tilda de izquierdas a un grupo que utiliza la muerte de un ser humano como moneda de cambio. ¿Hay algo que cosifique más a un ser humano, que lo vuelva mas mercancía, que pegarle un tiro como si fuera una cosa, como si se degollara un animal?. Será un grupo extremo, pero nunca de izquierdas. Hay quien no sabe distinguir entre "morir por las ideas" y "matar por las ideas". Hay quien no ve que son dos premisas en los polos opuestos; incluso les parece que dicen lo mismo.

Cuando escribí esto, el texto se ajustaba al contexto social que se dio en esos años que inspiraron la obra. Hoy lo he vuelto a leer y me parece coherente con aquel tiempo y con el de ahora