La metáfora del Timonel

Acero, madera y resina de políester. Junio-2001
Medidas: 250 x 70 x 250 cms.

 

Aunque no se nota, en la base de la figura coloco una inscripción que dice: Eli, Eli, lemazai, basta ni......naiz. Vendría a decir en euskera: Yo soy el timonel, yo soy la albarda. Y sustituiría a las no menos extrañas palabras hebreas: Eli, Eli, lamma sabacthani....

Es una fantasía que carece de cualquier rigor científico o referencia fiable. Ni siquiera es una fantasía. Es una metaforización, es un duplicado de sonidos que se parecen. No pretendo decir que Cristo hablara euskera, aunque fuera Dios, según dicen, y podría hablar todas las lenguas de la torre de Babel si quisiera, según dicen. Es más una licencia metafórica, una similitud de sonidos con significados diferentes. En el segundo caso la plasticidad de la imagen que surge es tan potente que no me pude negar a realizar esta obra, pese a su ingenuidad. Espero que esta licencia no contamine al resto de mis obras.
Surgió de mi gusto por imaginar significados a palabras en euskera que se han castellanizado.

Así, una de mis anteriores obras, Fuego limpio, me surgió de la fantasía de pensar que el nombre del pueblo navarro de Arbizu puede venir de Garbi-su, es decir fuego limpio. Se habría perdido la G con el desgaste del idioma y en la castellanización del idioma, que se esmeró en borrar pistas, se cambió la s por la z, que en euskera suenan muy parecido. No es menos imaginativo afirmar que Arbizu significa sitio de nabos. Es una zona donde hay muchas fundiciones como para pensar que las fundiciones modernas se asentaron donde antes había otras fundiciones. Los nombres Alsasua y Arruazu imaginé que podían proceder de Altxa-su-a y de Arroa-su. Vuelvo a insistir en que son fantasías sin rigor. Además no sé ni siquiera hablar en euskera.
En estas fantasías, que practico como un juego, me pregunté por qué iglesia se llama eliza. Supongo que viene del francés Eglisse adaptado al euskera.
Hay un pueblo, cerquita del mío, que se llama Subiza. Yo lo he traducido por Subi-zarra, puente viejo. Así quise querer que eliza vendría de Eli-zarra. No tenía fundamento ni sostenibilidad. Acudí después a las extrañas palabras pronunciadas en la cruz. Extrañas si estaba programada su muerte así de antemano. Alguien señala que estaba rezando un salmo que comienza de esa manera. Vi la similitud forzada entre "Lemazai" o lemazain y "basta ni..." y Lamma sabacthani. Añadí unos puntos suspensivos y naiz. No tiene nada de fundamento, vuelvo a repetir; no tiene rigor, no tiene credibilidad, ni quiero que la tenga. Pero la imagen que surge de esa invención, la metáfora visual que se intuye es tan potente, que no me reprimí. Un hombre, con la perfección de la postura del hombre de Vitrubio, crucificado a un timón, además es la albarda, es decir esos útiles que se colocan a las ganaderías para tirar del carro o del arado. La imagen mental que suscitaba valía la pena. Por eso la realicé.