Entelequia frustrada de un yonky

Acrílico aerografiado sobre óleo en soport6e de madera. 1996
Medidas: 120 x 90 cms.

 

El tema de este cuadro sigue la tendencia de los anteriores realizado con aerógrafo. Son los primeros cuadros que realicé e intentaba explicar con imágenes aquellas lecturas de Marx, de Herbert Marcusse y de otros intelectuales de izquierdas que me impresionaron en mi juventud.
Aquí intentaba añadir algunas ideas sobre la división del trabajo, de Emile Durkheim y la contemplación de la sociedad como si fuera un ser compuesto de millones de células, cada célula un hombre, sugerencia tal vez de Mauricio Maeterlinch.
El título lleva el nombre de Yonky porque la sociedad mundial tiene una adicción al dinero semejante a la de un yonky con la droga. Cada vez se inyecta más dinero en el mercado internacional. Cada vez, como sucede con la droga, se necesita más cantidad para que haga el mismo efecto. El aumento de dinero y la eficacia de la tecnología aumentan la producción en progresión geométrica,

mientras deteriora también en progresión geométrica la ecología, las relaciones sociales y la seguridad internacional, además de mantener un reparto de la riqueza más desproporcionado, no sólo entre países ricos y pobres, sino que sucede el mismo efecto en la población de los países ricos.
Cuando escribí esto, el texto se ajustaba al contexto social que se dio en esos años que inspiraron la obra. Hoy lo he vuelto a leer y me parece coherente con aquel tiempo y con el de ahora.