Espacios virtuales.

Madera, acrílico, policarbonato, pintura para cristal.
Medidas:                         . Agosto-2003.   

 

En este cuadro quise hacer entender que el efecto de la voluminosidad de los objetos depende de la información que la luz reflejada nos manda. En el centro del cuadro tenemos tres botellas. Una está pintada sobre el plano del cuadro; las otras dos están realizadas con poliéster y una sale del plano del cuadro como una escultura y la otra se mete más allá del plano como un bajo relieve o una escultura invertida. En los tres casos la información que nos llega al ojo es muy parecida: las tres figuras saltan hacia el espectador. En los tres casos hay una línea cortante que separa la figura del fondo, un modelado y unos brillos que le dan voluminosidad aunque los planos en los que se encuentran las figuras sean diferentes.
Es una reflexión sobre la metodología que utilizaban los antiguos para que sus figuras parecieran tridimensionales, para que parecieran esculturas. Mediante la línea cortante, el contraste de color, el modelado violento y la perspectiva de planos  delante de planos   con-
seguían esa magia. Coloco a la izquierda una arquitectura de líneas para que engañen al ojo. Unas molduras de madera, con el color amarillento del pan de oro, forman parte de la imagen. Colocar marcos reales o pintar su simulación eran labores que contribuían a ese engaño óptico que nos ofrece la pintura del siglo XV. Señalo que la línea es espacial por naturaleza. A la derecha coloco unas formas que parecen girar sobre un centro y además afirmo que el color es emoción es vibración y es movimiento por naturaleza. La pintura del siglo XV no fue casualmente tridimensional. Hay señales que en muchos casos delatan que gustaba y se buscaba esa tridimensionalidad.