La Injusticia.

Acero oxidado, soldado y remachado. 1999.
Medidas: 100 x 100 x 185 cms.

 

Esta obra surgió a raíz de la detención de la mesa nacional de H.B por colaboración con banda armada en la primera tregua que ETA anunció. El motivo de la detención era un vídeo que se mostró en televisión en el espacio gratuito que ésta concede para la publicidad de los diversos partidos.
En el juicio, parece ser, que no se encontró punible el contenido del mensaje. Sólo un detalle de forma sentenció a la mesa nacional a seis meses de prisión: la imagen de una pistola al final de vídeo. No era una pistola empuñada, sino abandonada. Alguien juzgó que era un símbolo terrorista; otros menos cursados en leyes pensamos entonces que también podía ser un símbolo del desarme.
La opinión pública se dividió en dos: los que pensaban que era una decisión correcta porque el grupo abertzale había utilizado con fines políticos una locución de un grupo terrorista, y por lo tanto prohibida, y los que pensábamos que, aunque estuviese proscrita la banda responsable del mensaje, anunciar un alto el fuego y someterse a los mecanismos democráticos, no podía considerarse prohibido ni punible y mucho menos para pasar seis meses en la cárcel. A una parte de la sociedad le pareció injusta esa pena y algunos entendidos en leyes miraron con recelo la sentencia. Los implicados no llegaron a terminar su condena.
Lo que me pareció a mí verdaderamente injusto fue que no se aprovechase aquel momento histórico para acabar pacíficamente con ETA, que era un anacronismo, sobre todo desde la muerte de Franco.

Cuando escribí esto, el texto se ajustaba al contexto social que se dio en esos años que inspiraron la obra. Hoy lo he vuelto a leer y me parece coherente con aquel tiempo y con el de ahora.