Esta obra surge por la lectura de unos cuentos del escritor argentino Leopoldo Lugones de títulos idénticos. Aunque mi escritor preferido es Borges, las metáforas de Lugones como "racimo de lágrimas" o "cristalería de los pajarillos" son de las mejores , y su cuento "La lluvia de fuego" es el más bello que he leído jamás.
Sobre un mismo soporte de madera, por ambos lados , he plasmado a la mujer de Lot, vista desde la ciudad maldita, desde el centro del fuego; por el otro lado aparece vista segundos antes de convertirse en sal, o de convertirnos en sal.