Oteiza

Me llegó un correo electrónico de una estudiante de turismo presentada a un curso en la universidad de Deusto. Me preguntaba si podía ayudarle con algún tipo de comentario o información acerca de una réplica a escala monumnetal de la escultura de Oteiza "La desocupación del espacio", que colocaron cercana al ayuntamiento de Bilbao, para hacer un ejercicio que le habían puesto en ese curso.
Cuando vi la exposición de Oteiza en el Guggenheim saqué alguna serie de conclusiones, que suelen surgir paralelas a la contemplación de la obra. Me he dado cuenta que parte de esas conclusiones las he colocado en los dos correos de respuesta que le mandé a esa chica. Aquellas conclusiones me han parecido interesantes al volver a recordarlas y he creído conveniente colocarlas en esta web, ya que uno de mis objetivos es la investigación artística; además en este caso es investigación de la obra de Jorge Oteiza, todo un referente. Ya dije en mi libro El Espacio y el Tiempo en el Arte que la lectura de Quousque tandem tuvo, creo, la principal responsabilidad de que haya comenzado a escribir y a pensar sobre arte, para bien o para mal.

Primer correo:
El máximo reconocimiento de Oteiza y el más espectacular probablemente ha sido el haber podido dibujar el aire con sus manos en “La caja vacía”. Es  como si hubiera traducido Las Meninas  a la escultura, cuadro del que se ha dicho que Velázquez en él dejó pintado el aire. En el caso de Oteiza el espacio es más recogido, más comprimido, más intenso que el del pintor andaluz.
La obra a la que te refieres, La desocupación de la esfera, técnicamente parece que es a la esfera lo que la caja vacía es al cubo, y sin embargo son diferentes. En la caja vacía uno experimenta el vacío en cuanto entiende en esencia esa obra. Se ve el vacío como si estuviera comprimido entre seis manos y lo pudiéramos ver por las rendijas que dejan los dedos entreabiertos. En la desocupación de la esfera sobresale sin embargo más el elemento dinámico que el espacial. Lo que se manifiesta es más el movimineto que la inmaterialidad tranquila que se da en La Caja Metafísica.. En esa Caja Vacía sucede como en algunos ready-made en los que el objeto no es más que la escusa y el soporte de la obra. La estructura de la obra se ha convertido en su medio para poder contar la verdadera idea. Ha habido una traslación y la idea final ha desplazado a lo que parecería al principio la obra: esa caja de metal de paredes inconclusas. Sólo de ese modo Oteiza pudo esculpir el vacío y hacer que pudiéramos verlo.
La desocupación de la esfera es el punto intermedio entre Par móvil, de la que surgió, y La caja metafísica, a la que llegó. Es una obra muy bella estéticamente. Completa, redonda, equilibrada, equidistante de las mencionadas porque tiene el dinamismo de “Par móvil” y se vislumbra ya el vacío todavía fetal de la “Caja metafísica”.
Oteiza tiene una obra que se titula  Vacíos en cadena. Todo el trabajo de Oteiza posterior a 1956 en una sola obra de obras encadenadas. La desocupación de la esfera es una en las que mejor se muestra el movimiento y el razonamiento teórico de la totalidad de su trabajo. Además se manifiesta el movimiento intrínseco que tiene la línea curva por naturaleza.
Aunque Oteiza es el escultor del vacío reposado, metafísico, espiritual, silencioso, quieto, pero lleno de energía, llegó a él paradójicamente desde el movimiento. Movimiento de las unidades Malevich, dinámicas de por sí; movimiento desde las series en cadena, vecinas de las unidades seriadas de repetición del Minimalismo. Su obra completa no fue otra cosa que una serie de repetición con variaciones, pequeñas variaciones para llevarnos hipnotizados hasta la presencia del vacío espiritual de La Caja metafísica. Utilizó el espacio curvo interfiriendo sobre otras superficies curvas, el área trapezoidal de paredes dinámicas cortando en planos inclinados otras superficies, para derivar lo materialmente estático hacia el movimiento contenido, insinuado en la masa de las maclas.
La desocupación de la esfera está en mitad del recorrido de  su trabajo completo, en medio del Ecuador de su mundo metafísico y estético.Gritó en el desierto para advertirnos de la luz inmaterial que vendría después en el vacío abrazado entre esas paredes de anguloso metal.
Aunque La desocupación de la esfera y sus Cajas vacías estén datadas en la misma fecha, el año 1958, yo las veo en el orden descrito, tal y como fueron presentadas en la exposición que se hizo de su obra en el Gugenheim. Los artistas suelen acometer distintas obras a la vez y diferentes ideas y caminos de experimentación, y las ideas puedan surgir unas antes que otras. En la coherencia lineal de su obra completa yo las veo en ese orden. Escribió Jorge Luís Borges que él en sus obras siempre ve el principio y vislumbra un final. Después se dedica a rellenar ese espacio diferenciado. Oteiza necesitó todas esas series, desde que abandonó la figuración, para poder mirar lo que estaba buscando desde el principio: ese vacío que pudo enseñarnos finalmente, que por su similitud con los cromlech o por su silencio infinito, dedujo que era un vacío espiritual.

Ya sé que me has dicho que debes explicar sólo esa obra pero eso es imposible porque ella sola es parte de un todo. Lo explico con un ejemplo del propio Oteiza. Cuando llevó su obra a la IV bienal de Sao Paulo, con la que ganó el primer premio de escultura en 1957, le pedían que aportara 10 obras. El presentó 28 obras alegando que no sólo muchas de ellas formaban una sola sino que todas ellas sólo eran una. Y no faltó a la verdad. Basta con ver el trabajo de Oteiza en progresión, sobre todo las obras que realizó entre 1956 y 1959.
Por ello, para explicar esta obra es necesario contrastarla con Par móvil y con Caja vacía, y colocarla en medio de su investigación estético-teórica. De otra manera sólo puedes decir de la obra en cuestión: “Es bonita. Tiene movimiento. La curva siempre es dinámica, etc... ”.
Debes hacerles entender que, aunque aludas a otras obras, estás hablando también de la obra señalada. Pobremente puedes explicar qué es una rueda de coche si no especificas para qué sirve. El haber explicado qué papel ha tenido La desocupación de la esfera en el trabajo final de Oteiza es una manera de explicar su esencia original, su razón de ser.

 

Segundo correo:
La escultura instalada junto al ayuntamiento de Bilbao es una réplica a escala monumental de una pequeña obra de investigación que Jorge Oteiza realizó en el año 1958. Es una obra de arte por tres motivos diferentes. El primero es su monumentalidad, su enorme dimensión. El mecanismo de aumentar o disminuir una cosa de su tamaño natural lo hace excepcional, lo saca de su contexto y atrae la atención del espectador. Todo lo grande atrae nuestra atención por naturaleza: un coche muy grande, una tormenta muy fuerte, una persona muy alta, una catástrofe enorme, un puente desaforado, la muralla china, las pirámides, la estatua de la libertad, etc...
En arte el recurso de aumentar el tamaño de las cosas viene de antiguo, como se ve en estos tres últimos ejemplos. Pero la escultura de calle a tamaño monumental  no viene de lejos. En España puede que Chillida haya sido uno de los pioneros. En el extranjero pondré el ejemplo de Oldersburg que colocó un objeto vulgar, una paleta de albañil de doce metros de altura, en un parque de ciudad que desconcertaba a los viandantes y les producía un estado de ánimo parecido a cuando se contempla una obra de arte. Por ello, el simple hecho de aumentar el tamaño de una cosa vulgar lo erige en obra de arte (descontextualización del objeto mediante el tamaño. Lo explico en mi libro El espacio y el tiempo en el arte). Este adorno de la dimensión no le corresponde al mérito artístico de  Jorge Oteiza sino a los talleres que la  realizaron. Creo que fue creada después de la muerte de Oteiza, aunque esto carezca de importancia.
El segundo aspecto artístico, y éste si es responsabilidad de Oteiza, es que es la culminación de una serie de procesos y desarrollos de superficies espaciales en la que estaba experimentando el artista de Orio. Antes de llegar a esta escultura Oteiza realizó planos curvos en desarrollo lineal, una serie de figuras curvas en cadena lineal. Un ejemplo es Homenaje a Malevich, en 1957. Después le siguieron una serie de espirales en el espacio. Las series de figuras curvas iban olvidando la posición lineal y se cerraban cada vez con más tozudez sobre un punto central. Acaba la investigación  definitivamente en La desocupación de la esfera porque esa serie era improrrogable en ese aspecto. Es como si al desenvolvimiento de línea recta de las series primeras siguiera después una referencia de línea curva y acabara finalmente en una línea curva circular. En La desocupación de la esfera la serie de planos curvos gira en torno a su centro.
Oteiza llegó así a un nicho estético, a una obra perfecta, muy fácil de registrar en la memoria (se me ha ocurrido aquí denominar nicho estético en función de un término de biología, nicho biológico,  empleado para nombrar ciertos tipos de adaptación perfecta  que no necesitan evolucionar más, como es el caso de las hormigas)
Oteiza había llegado a una obra perfecta en el que el proceso de corrección estética mediante una depuración constante a través de la destrucción paulatina de lo creado (Wittgenstein)  no podía ir más adelante.Individualmente no podía ir más allá, pero colectivamente, en el trabajo total de Oteiza, fue una pieza clave para encontrar la definitiva Caja Metafísica. De la misma manera Par móvil fue imprescindible para empezar la cadena que terminaría en esa esfera desmaterializada. Es por ello que esta obra, a tamaño natural o a medidas desaforadas, es una obra de arte por ella misma.
El tercer aspecto artístico es que esta obra es una herramienta estética de investigación imprescindible en el desarrollo de la teoría de Oteiza sobre el espacio vacío, místico, silencioso y estético  de la Caja metafísica.  La desocupación de la esfera está en el punto medio entre Par móvil de la que surgió y de Caja vacía, a la que llegó. El arte fue expresión, fue comunicación y ahora es incomunicación, señaló Oteiza en sus  famosas tres premisas y contra premisas en su Quousque tandem, para definir lo que el arte fue y lo que ahora es. En todo caso el arte es siempre emoción y es siempre investigación. Emoción de los sentidos o del intelecto e investigación en todos lo niveles estéticos. La desocupación de la esfera cumple un papel muy importante en esa investigación.
La desocupación de la esfera es clave y es llave no sólo en la investigación particular de Oteiza, sino del arte en general. Como ya he dicho, es un nicho estético y por ello esta obra siempre será una obra de arte, en tamaño grande y pequeño, y en cualquier material en que haya sido realizada. Es la hermana menor de La Caja Vacía, a la que podríamos llamar también Caja Metafísica por el concepto del vacío asociado a lo espiritual, aunque haya llamado cajas metafísicas sólo a las cajas que realizó posteriores a Caja Vacía. Es una descripción física semejante a la del vacío anterior pero ahora con la importancia que aporta resaltar ese nuevo componente espiritual que le atribuyó a ese vacío, similar al de los cromlech vascos.

 

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